De media cada jubilado ha perdido 713 euros en 2021 y la cifra puede aumentar durante 2022

 Cantabria se empobrece en 63,6 millones por la pérdida de poder adquisitivo de las pensionistas. Los 89.307 jubilados cántabros receptores de pensiones contributivas han sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 4 por ciento durante el año 2021.

Durante el año pasado las pensiones contributivas se incrementaron un 0,9 por ciento a principios de año, cifra que el Gobierno central estimó como horizonte inflacionario para todo el ejercicio. Una vez comprobada la inflación real y aplicado el nuevo criterio de “inflación media”, que el ejecutivo valoró en el 2,5 por ciento, se procedió a incrementar la pensión  con un 1,6 por ciento adicional a través de la llamada “paguilla” recibida en enero de 2022. Todo ello sumado hace que la revalorización de las pensiones quede en el 2,5 por ciento. Como el IPC general durante el año 2021 se incrementó en un 6,5 por ciento, el diferencial entre la subida de las pensiones y la inflación general ha supuesto la pérdida del 4 por ciento para cada jubilado.

En Cantabria, con una pensión media contributiva actual de 1.273,04 euros al mes -17.822,56 euros anuales – la pérdida media al aplicar un 4 por ciento a las 14 pagas que reciben los pensionistas suponen 713 euros al año por cada pensionista. Como consecuencia el impacto en la región se eleva a 63.675.891 euros la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados y por consiguiente la reducción de riqueza de nuestra región que hay que recordar que el peso en la economía de la llamada tercera edad aumenta cada año por el progresivo envejecimiento de su población.

El Gobierno central, con su reforma de las pensiones para el año 2022, ha cambiado la fórmula de incremento de las pensiones bajo el subterfugio de la aplicación del “IPC medio” en vez del “IPC general”. En el año 2022 las pensiones contributivas se han incrementado un 2,5 por ciento y a final de año ya no habrá revisión con la famosa “paguilla” si hay desviación de la inflación. Esto quiere decir que si durante el presente ejercicio la inflación se eleva en los términos previstos por instituciones y gabinetes independientes, que la sitúan en el entorno del 5 por ciento, esto hará sumar más pérdidas de poder adquisitivo y por tanto empobrecimiento de los pensionistas por la decisión gubernamental, apoyada por  los sindicatos UGT, CC.OO y patronal CEOE a cambio de mantener sus privilegios y fuertes subvenciones públicas.

Para USO, las pensiones tienen que dejar de ser mercancía electoral de los partidos y del llamado “diálogo social” y un instrumento del gobierno de turno. El recorte de las pensiones no sería necesario aplicando las medidas propuestas por el ahora ministro Escrivá cuando era presidente de la AIREF. Él mismo valoró en más de 30.000 millones de euros el ahorro de dinero público aplicando medidas de austeridad  en subvenciones a partidos y sindicatos, duplicidad de administraciones, ministerios innecesarios y eliminando la legión de asesores y cargos de confianza innecesarios entre otras medidas. Para USO la pensión no es un regalo del Gobierno, es un derecho ganado con el trabajo y la cotización.

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