Santander a 27 de enero de 2022. Cantabria acaba el año con unas cifras de empleo especialmente negativas al sumar 3.000 parados más. El desplome de la ocupación que muestra la EPA del IV trimestre con 13.200 trabajadores menos, que no ha podido parar ni el aumento del empleo público, no deja lugar a dudas de que nuestro sistema productivo pasa por dificultades importantes y todo apunta a un origen estructural, más allá de los efectos de la sexta ola de la pandemia. Cantabria acaba el año con un trimestre negro que suma un diferencial de más de 19 puntos con la media de España en parados durante este periodo.

El empleo en Cantabria sufre fuera de los meses vacacionales y no es casual que nuestra región se encuentre en los puestos de cola de recuperación de empleo en el contexto nacional. Ello trae consigo una preocupante caída de la tasa de actividad en un 3,80 % durante el último trimestre del año que hunde más aún ese parámetro clave para determinar la salud de la economía de un territorio. El envejecimiento y la falta de oportunidades que ofrece nuestra región tiene sus consecuencias.

USO no puede más que reiterar que la actual acción de gobierno resulta muy insuficiente para sacar a la región del pozo donde parece haber caído. Es imprescindible y urgente medidas de apoyo al sector productivo y no seguir dejando la economía y el empleo al albur del turismo.

 

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