• Cierra el año con bajada acusada del PIB, descenso de la afiliación a la Seguridad Social y aumento del paro

Santander, 3 de enero de 2020.- Cantabria acaba  el año 2019 exhausta y  pidiendo la hora. El deterioro de la economía se hace cada vez más evidente y así lo muestra la cifras del paro registrado. El último mes del año ha sido un mes rotundamente malo. La campaña de Navidad sólo ha servido para edulcorar un mercado de trabajo que se desinfla empujado por la crisis industrial y un sector servicios que ha tocado techo en nuestra región y que no va a ser el salvavidas de nuestra economía como se pretendía desde la Administración regional. La afiliación a la Seguridad Social corrobora los malos tiempos y registran un descenso 705 personas en el mes de los puentes y el espumillón.

A los datos de empleo se suma el último balance conocido del PIB regional que  queda en el 1,6 y pierde 3 décimas en el último trimestre, situando  a nuestra región 3 décimas por debajo de la media nacional.

El deterioro del mercado laboral  y la desconfianza sobre el futuro inmediato hace que la precariedad en la contratación haya aumentado  un 1,3%  hasta situarse en un 95% de temporalidad  en los nuevos contratos.

La economía cántabra presenta serias anomalías y nada hay en el horizonte que haga ser optimista. El año 2019 nos despide con un mercado de trabajo en progresivo deterioro. Sigue faltando ideas, impulso y un proyecto de región. Y sigue sobrando complacencia, ocurrencias y sillones calientes pero ineficaces.  

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