- El documento responde a la necesidad del Ejecutivo de recobrar la iniciativa tras la parálisis política sufrida durante las primeras semanas de la crisis sanitaria
Santander a 17 de abril de 2020. USO valora el llamado “plan de choque” anunciado por el Gobierno de Cantabria como de voluntarista y precipitado. La premura del anuncio del plan de ayuda y estímulo económico sin antes haber consultado con sindicatos, empresarios y partidos políticos de la región, obedece a la parálisis política en la que ha estado sumido el Ejecutivo regional. Desde los primeros momentos de la crisis sanitaria y social el Gobierno cántabro se ha visto desbordado. Con esta iniciativa se pretende recobrar la iniciativa y aparentar al menos que existe un rumbo y timonel.
Para USO, el plan económico dotado, según el Gobierno, con casi 300 millones de euros, tiene un impacto en los presupuestos de la región considerable y por ello, además de informar a donde se van a asignar las nuevas partidas tiene que incluir las que van a sufrir recortes y sus consecuencias. Y todo ello porque la capacidad de financiación de la región es hoy día una incógnita que aún tardará un tiempo en despejarse.
Las cuentas públicas para este ejercicio están desbordadas y con “parches” como este (como así ha denominado el presidente Revilla al nuevo plan económico) no se puede garantizar que los recursos públicos tengan la mejor utilidad y sobre todo nos conduzcan lo más rápido posible a la salida de la crisis.
Para USO, el documento presentado tiene aspectos positivos porque van destinadas a personas y colectivos que de manera inmediata necesitan ayuda para encarar las próximas semanas y meses, pero esto era compatible con haber realizado un plan económico integral que destine los recursos de manera consensuada y efectiva.
Sin llevar a cabo un concienzudo análisis del plan económico de rescate presentado, sí podemos adelantar que existen partidas económicas que son claramente voluntaristas con un impacto social escasamente relevantes y por tanto parecen dedicadas a servir como mero atrezzo político.
Una muestra de la precipitación con que se ha abordado este plan económico es la confusión que genera tanto su aplicación como sus objetivos. Para USO lo que más urge en estos momentos es garantizar que todos los trabajadores están dotados de las medidas de protección adecuadas y esto, tanto en el ámbito público como privado, está todavía lejos de conseguirse.