Cantabria lidera, junto a Baleares, el ranking de regiones donde más sube el paro en septiembre en España. La dependencia del turismo  de nuestra economía  es cada vez más intensa y ello debe de llevar a una reflexión profunda de nuestra, hoy imaginamos,  alicaída  Administración  regional. El retrato del parado de septiembre es mujer, menor de 25 años, con estudios menores, ligado al sector de la hostelería y vecina de áreas industriales deprimidas, ello evidencia la calidad del empleo que es capaz de crear nuestra autonomía en verano. A esto hay que sumar los parados invisibles y no contabilizados (en una gran parte mujeres) agregados en el epígrafe de población no activa por simple desesperación y desconfianza del sistema público de empleo.

Pero hay otro dato que nos deja el último dato de paro registrado que no puede pasar desapercibido y que es aún más preocupante. Cantabria desacelera su economía. Las creaciones netas de empleo anuales, aunque positivas, tienen una tendencia a la baja que se mantiene desde hace 3 años. El último mes auditado ha sido el peor de los últimos  años en nivel de contratación. Esta predisposición al decrecimiento también afecta al sector estival que, recordemos,  inicio ya en el mes de agosto su particular otoño enfriando prematuramente la contratación.

Los vientos cálidos de cola que empujaban suavemente  la economía  en años pasados parecen retirarse y Cantabria no se va a encontrar nada cómoda cuando tenga que tirar de sus propios recursos ya que su tejido productivo, en concreto, el industrial, mantiene  serias dificultades que no han sido solventadas en los momentos más oportunos. Por ello, solo queda esperar un final de año complicado en términos de empleo y un futuro a corto plazo con muchas incertidumbres.

 

 

Mercedes Martínez Zubimendi.

Secretaria General USO Cantabria

 

 

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