USO Solvay denuncia la política de recortes que viene aplicando Solvay Torrelavega, que afectan al empleo propio y contratado y que ahora afecta, directamente, a la prevención y a la atención médica de sus trabajadores.

Solvay ha comunicado la eliminación del vehículo de ambulancia propio y recorta el 50% de la jornada del médico de empresa anunciando que, a partir del 1 de enero de 2017, el servicio médico de empresa, tras casi cien años, dejará de estar prestado por Solvay pasando a ser cubierto por Prevemont.

Resulta inaceptable que Solvay mantenga el caprichoso y costoso vehículo para la Dirección y elimine el vehículo ambulancia que prestaba los primeros auxilios con diligencia y prontitud ante un accidente de trabajo, infarto o lesión grave donde la rapidez en la atención médica hospitalaria resulta clave para salvar la vida de cualquier trabajador del complejo químico donde se manipulan productos tóxicos y peligrosos.

Para USO, esta decisión de recortar el servicio de primeros auxilios y el servicio médico de empresa marca el declive de Solvay-Torrelavega, como motor y ejemplo pionero que fue implantando en su día servicios sanitarios, educativos, culturales y deportivos, donde el hospital de Solvay y su casa de reposo marcaron todo un ejemplo de preocupación por la salud de sus trabajadores.

Esta es la gota que colma el vaso del declive social de Solvay-Torrelavega.

El sindicato USO defenderá ante los tribunales, si fuera el caso en solitario, ante el silencio cómplice de UGT y CC.OO, la reposición de la ambulancia y el servicio médico prestado por personal médico propio de Solvay como tradicionalmente ha venido siendo durante los últimos 90 años.

Esta decisión acompaña el plan de recortes de plantillas que reduce a 300 trabajadores en el horizonte de 2018, continuando Solvay con su política silenciosa de despidos objetivos, individuales y que contempla reducir otros 35 empleos a sumar a los 40 que se desprende con la segregación de la planta de cloro a la portuguesa CUF.

Esta política de recortes en Solvay-Torrelavega contrasta con la fuerte inversión de 223 millones de euros en la planta italiana de carbonato de Rosignano (115, inversión de Solvay; 108, inversión de las administraciones italianas), planta competidora con Torrelavega en el mercado europeo y de exportación del carbonato.

USO reclama de las Administraciones de Cantabria que emplacen a la Dirección de Solvay- Torrelavega para liderar la negociación con el Grupo Solvay, acompañando a su vez las inversiones como ha hecho el Ministerio de Desarrollo Económico Italiano, la región de la Toscana y el Ayuntamiento de Rosignano.

Solvay-Torrelavega tiene que resolver con urgencia la renovación de la cogeneración de gas y la técnica de carbón por una nueva unidad de producción de electricidad-vapor para ser más eficiente, competitiva y reducir drásticamente las emisiones de “partículas, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno”, para cumplir con el Plan Nacional Transitorio antes del 1 de julio de 2020.

¡SIN INVERSIONES NO HAY FUTURO!

 

 

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