La inversión tecnológica Smart-City del sector de la limpieza de Santander encuentra su utilidad en el férreo control de los trabajadores de la limpieza y no para la mejora de la limpieza de calles y barrios.
El último Pliego de condiciones de la limpieza de la ciudad y recogida de basuras ha sacrificado el número de trabajadores – le permite reducir drásticamente la plantilla hasta un 22% – a cambio de implantaciones tecnológicas. Es decir, pocas escobas pero todas ellas con un certero posicionamiento global. El resultado de esta implantación es la reducción del 50% de la frecuencia de limpieza en los barrios periféricos del municipio. Los vecinos podrán comprobar que sus papeleras están dotadas de ultramodernos chips pero a la par sus calles están más sucias. Creemos que a estos barrios no les debe de terminar de convencer ver la basura de sus calles geolocalizadas pero no retiradas.
En lo que sí está resultando muy útil la última tecnología es para mantener la presión a los trabajadores. El último episodio es un expediente sancionador por falta grave a un trabajador de la empresa Ascan-Geaser que debe justificar las paradas de la máquina barredora que detectó un “ultramoderno” sensor GPS que lleva incorporado. El problema llega cuando La tecnología no es capaz de determinar las causas de las paradas. Si es por causas mecánicas, incidencia de tráfico, etc. Es decir, ajenas a su voluntad. En este caso y ante la duda, la empresa le ha trasladado al trabajador la inversión de la carga de la prueba y por tanto la responsabilidad de demostrar su inocencia frente al geoposicionador. Resultado, 10 días a casa.
Para USO, resulta paradójico que el Ayuntamiento de Santander no tenga dinero para pagar barrenderos, pero sí para que cada uno de ellos lleve un Smarphone, las papeleras y los contenedores estén dotados de chips posicionadores, cada vehículo el correspondiente GPS, o los camiones tablets para supuestamente facilitar su trabajo. Todo ello mientras se ha producido un claro retroceso de la calidad del servicio.
USO rechaza de manera categórica que el único uso real dado a las nuevas tecnologías de la Smart-City en el sector de la limpieza sea el de arma arrojadiza contra el trabajador, creando una situación de indefensión como la que denunciamos. El sindicato ha abonado los 10 días de sanción al trabajador a través de su Caja de Resistencia (CRS) y ha trasladado el caso al Juzgado de lo Social.
Santander a 29 de mayo de 2016
Federación de Servicios USO Cantabria Sección Sindical USO-Ascan Geaser