Crece el número de fijos discontinuos y se frena la contratación indefinida
Santander a 3 de septiembre de 2024.- Agosto cumple con el guión en términos de empleo en Cantabria. Crece el número de cotizantes al igual que crece la población pero a costa de un empleo muy precario que se esfuma cuando se cierran las sombrillas en los arenales.
La temporalidad es la reina del mercado laboral en nuestra región y así lo demuestra unas cifras de paro que, quitando el maquillaje del conteo de parados registrados que nos ofrece el SEPE, nos deja un paro efectivo cercano a los 40.000, bastante más elevado de los oficiales 28.848. Un dato a tener en cuenta para valorar el impacto del paro oculto es que según el SEPE en el último año se ha reducido el paro en 211 personas mientras que los llamados fijos discontinuos han crecido en 922, prácticamente la misma cifra que nos ofrece este organismo como crecimiento de “demandante ocupados” que en agosto cerró con 8.147. Otro dato para la reflexión es que agosto cerró con más demandantes de empleo (42.801) que el año anterior (42.385). Es cada vez más evidente que el impacto de la temporalidad oculta y que este Gobierno central se niega en poner luz desvirtúa cualquier análisis de la evolución real del mercado de trabajo.
Sí se puede afirmar que la evolución en Cantabria no es positiva. En el último año las contrataciones, incluida la indefinida, parece haber tocado techo y caen tanto en número como en calidad. El modelo de contratación por días sigue teniendo un peso importante y no parece que vaya a retroceder.
Empieza un nuevo curso político y con ello la confección de los presupuestos generales de la Comunidad. Sería recomendable que los mismos tuvieran como eje central la creación de nuevos nichos de empleo alejados de la temporalidad. Se hace más necesario que nunca apostar por un modelo económico en que el turismo sea un complemento y no el principal sector. El debate abierto en Cataluña sobre un nuevo escenario en la financiación de las autonomías resulta muy inquietante para los intereses de Cantabria y como no su mercado laboral
