Santander a 4 de abril de 2022.- Cantabria, fiel a su sistema económico, sufre como pocas el mal tiempo invernal y parece recobrar el aliento con la primavera, pero sin que ello sea suficiente para salir de la decadencia. La reducción del paro registrado en marzo, centrada en el sector servicios, es positiva pero insuficiente. Sin los vaivenes estacionales, Cantabria sigue siendo una de las peores autonomías en la evolución del paro registrado a pesar de contar con una tasa de actividad 4 puntos por debajo de la media, un factor que explica por sí mismo el escasa dinamismo y solidez de su sistema productivo que mantiene a nuestra región en el vagón de cola del mapa autonómico.

La contratación también refleja los mismos problemas. Aunque la recuperación económica previa a la guerra tenía efecto en un incremento de la contratación, nuestra autonomía vuelve a situarse entre las regiones que más contrae en términos interanuales ese incremento. Concretamente Cantabria es la que más ha reducido la contratación.

La llegada de la Semana Santa y el verano volverá a poner una venda a la herida que aliviará pero que también nos inducirá de nuevo al engaño. Para USO, el turismo es una fuente importante de creación de empleo, pero no puede ocupar el espacio de la industria que pasa por unos momentos especialmente difíciles.

El Gobierno regional debe centrar sus esfuerzos en apuntalar nuestro tejido productivo en vez de confundir a los cántabros, una vez más, con proyectos quiméricos que están fuera de las posibilidades de este Gobierno y que solo son útiles para tener distraídos a su frustrada base electoral.

 

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