- La cifra de paro registrado registra un aumento del 4,6% pero no refleja el efecto real en el mercado laboral
- USO insta al Ejecutivo regional a tener preparado un paquete de medidas que aporten efectividad y seguridad para la reconstrucción del tejido productivo
Santander a 2 de abril de 2020. El desempleo registrado en Cantabria ha sufrido un crecimiento del 4,6% pero siendo una pésima cifra no refleja ni por aproximación el descalabro del empleo en el mes de marzo producido por las medidas de contención contra el coronavirus.
El SEPE se encuentra en estos momentos desbordados por la catarata de expedientes de ERTES que se han venido produciendo en estas semanas y la gran mayoría de los afectados por esta crisis no figuran en la estadística del Servicio Público de Empleo y lo que es peor, muchos no recibirán prestación en abril.
La protección momentánea de los últimos decretos no afecta a las primeras víctimas de esta crisis que son los trabajadores temporales, bien contratados de forma directa o por ETT. Esos contratos que se rescindieron o que no se renovaron antes del freno aprobado en los dos últimos reales decretos no tienen ningún sostén. Y ese impacto puede comprobarse en las cifras de la Seguridad Social de nuestra región con una bajada de 9.285 cotizantes medios durante el mes de marzo. Hay que apuntar que el impacto de la pandemia del coronavirus se empieza apreciar de forma notoria a partir del día 12 de marzo, por lo que el dato de afiliación media no refleja con rigor lo ocurrido en el conjunto del mes.
Por otro lado, La cifra aportada por la TGSS son los cotizantes, y eso no se debe a los ERTE, que siguen cotizando, sino a empleo destruido difícilmente recuperable a corto plazo.
Para USO, ahora es el momento de que el Estado asuma, no solo la labor de protección social que le corresponde, sino el papel de dinamizador de la economía. Es momento de medidas que no generen más confusión añadida y aporten la proactividad que hasta ahora se ha carecido. Para cuando se disipe el actual escenario de confinamiento debe haber ya previsto un paquete de medidas en las distintas administraciones que aporten efectividad y seguridad para la reconstrucción del tejido productivo y económico en general. Sería un grave error perseverar en la actual situación de improvisación y ensayo error.