Santander a 4 de febrero de 2020. Como un globo, Cantabria se deshincha. Nuestra industria, nuestra ganadería y el empleo femenino son las principales víctimas de un enero que va a exigir mucha imaginación al Gobierno regional para intentar endulzar esta debacle. Nuestra región se ha instalado en la rebajas de empleo y ello necesita una explicación.

Las rebajas de enero se han cebado  de manera contundente con el paro de las mujeres de mediana edad laboral que se ha disparado nada menos que un 10,6% en un solo mes. Adiós a las políticas de Igualdad.  La industria también está afectada de grandes rebajas y cae por primera vez el empleo interanual, dato muy significativo del declive de nuestro sector estratégico. Adiós al progreso económico. Y nuestro sector primario, en este caso la ganadería, camino de la absoluta irrelevancia. Adiós a la Cantabria rural y vacía.

Los primeros datos del empleo del nuevo año no dejan lugar a dudas que Cantabria sufrirá de manera especial ante el escenario económico de desaceleración y cambios profundos en la generación de energía y medidas ambientales. La futilidad del Gobierno regional sobre el análisis de la situación es preocupante. Mal se combate una situación cuando se niega o se minimiza.

USO vuelve a insistir en que es necesario hacer frente a la situación desde la aportación y el diálogo de todos y entre todos.

 Una prueba de la inacción en la que estamos instalados es que todavía no se ha impulsado el CES cuando foros de esa entidad son necesarios en situaciones de crisis.

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