La contratación indefinida cae un 16,7% en el último año

Santander, a 3 de septiembre  2019 Del  análisis de los datos de  paro registrado del mes de agosto en Cantabria se puede sacar varias conclusiones. Una de ellas, la más inmediata,  es la escasa confianza del sector  económico ligado al turismo en la capacidad de nuestra región fuera del sol y playa. Otra conclusión que cabe resaltar es la alarmante disminución de la contratación indefinida durante el último año, un -16,76%.

 La más relevante quizá es que el globo económico de  Cantabria pierde aire desde hace 2 años y la velocidad de descenso aumenta paulatinamente.  No es circunstancial que el último año haya sido el peor desde el año 2013 en términos de paro registrado  y especialmente en la calidad del empleo creado. Tampoco es casualidad, ni achacable a cuestiones meteorológicas, que el pasado agosto haya sido el peor en el último lustro. Es previsible que la toma de tierra se pueda producir este otoño y que  esta tenga lugar de manera abrupta.

Nuestra región suma 38 meses de disminución continuada del desempleo  generado tras la crisis en términos desestacionalizado y habría que evitar que la tasa de paro suelo quede fijada por encima de los 30.000 cántabros. Y todo apunta que así será.

Por otro lado, el escenario de recortes en los presupuestos de la Comunidad cántabra, fruto de la inestabilidad política nacional, junto con la crisis severa del sector del automóvil, serán protagonistas en los próximos meses  en la incidencia de la evolución del mercado laboral de fin de año.

Se hace necesario que el Gobierno cántabro emprenda los proyectos e inversiones previstas sin dilación para frenar el incremento del desempleo otoñal. El previsible paro será imputado en una parte importante a la desidia y el desgobierno nacional.

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