El fuerte aumento del paro en el sector preludia dificultades en los próximos meses y el enfriamiento de la economía.

Santander, a 25 de abril de 2019 La primera EPA del año constata la fuerte temporalidad del empleo en Cantabria, muy por encima de otras regiones del entorno económico, y por consiguientes las contundentes fluctuaciones en el empleo. El aumento del 27,4% de paro en el último trimestre bate record en los últimos años y  no puede ser explicado sólo porque el calendario de la Semana Santa haya quedado fuera del mismo.

 La EPA nos deja un dato muy preocupante en el sector industrial. El paro aumenta un 35% en un solo trimestre en ese sector y los ocupados se reducen en un 3,8% en ese mismo periodo. Durante el último año la industria ha perdido el 1% de su empleo.

Y si la industria se resfría el sector servicio se afecta de pulmonía. En el último trimestre asciende el paro en un 14% que puede ser lógico por la tardía campaña de la Semana Santa pero en el último año, es decir, dato desestacionalizado, el paro ha aumentado un 9,4%.

Los datos hablan por sí solos. La endeble estructura económica en el que se ha sustentado el periodo de recuperación económica en nuestra región parece hacer aguas en los primeros momentos en que los vientos de cola empiezan a desaparecer.

La señales de agotamiento del sector industrial cántabro, que debe aportar la necesaria estabilidad de nuestra sociedad,  es un serio aviso de lo que puede llegar en los próximos meses; máxime cuando varias empresas regionales estratégicas mantienen incertidumbres relacionadas con su competitividad y la necesidad de realizar fuertes inversiones en la nueva reconversión industrial provocada por el cambio de modelo energético.

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