La imposibilidad de conciliar y la ausencia de corresponsabilidad es uno de los principales problemas que encuentran las mujeres para el acceso, en igualdad de oportunidades, a la vida laboral y a los ámbitos de toma de decisiones.
Las consecuencias de la crisis económica han afectado con mayor crudeza a las mujeres, ya sea dificultando su acceso al empleo, con la pérdida o precarización de sus puestos de trabajo, o con los recortes presupuestarios en servicios públicos y ayudas sociales. Y la conciliación ha quedado relegada, también, como prioridad última.
La conciliación es un derecho fundamental y hacerla posible es un deber del Gobierno, las Administraciones Públicas, las empresas, los sindicatos, los medios de comunicación, la comunidad educativa y la sociedad.
Y tú, ¿puedes conciliar?