FI-USO cree que la empresa cántabra pueda correr el mismo destino que la de La Rioja
Las últimas medidas adoptadas por Altadis, con el cierre de una docena de fábricas en España en 16 años que ha afectado a 6.000 trabajadores, han hecho sonar las alarmas en la planta de Entrambasaguas.
El anuncio del cierre este mismo año de la factoría de La Rioja convierte a la planta cántabra en la única del grupo británico Imperial Tobacco en España.
Una situación que lejos de tranquilizar preocupa a la plantilla, integrada por unos 230 trabajadores. La Federación de Industria de USO (FI-USO), junto con la sección Sindical de USO Altadis reclamó ayer un plan de viabilidad, con inversiones, para garantizar el futuro de Altadis en la región. «Ahora más que nunca se hace imprescindible acometer un plan de viabilidad», aseguraron los representantes sindicales, con la participación además de sindicatos y empresa, del Gobierno regional y el Ministerio de Industria. A su juicio, esta medida «es vital para la continuidad de la actividad y la defensa de unos 700 puestos de trabajo entre directos e indirectos».
Las medidas propuestas tienen como objetivo «ayudar a la protección, la mejora de eficiencia, la consolidación de empleo estable y la supervivencia de la fábrica de Cantabria ». Todo ello para «apuntalar en la medida de lo posible su futuro y defendiendo la continuidad de los procesos productivos que tan malos tiempos están viviendo en la región ».
Se da la circunstancia de que la fábrica de Cantabria es la única del grupo en Europa en el segmento de puros, puritos y minis, con una cuota de mercado en este continente del 25%. FI-USO consideró que «a la vista de estos datos», su actividad debería estar más que asegurada, pero la compañía «recientemente está apostando muy fuerte por las fábricas de centroamérica, incluyendo traslados de maquinaria desde Cantabria a estos centros de producción situados en el Caribe».
Estos movimientos hacen pensar a los representantes de los trabajadores que Altadis en Cantabria «puede encontrarse en un momento de transición hacia su desaparición si no se actúa de manera inmediata ». Para certificar esta afirmación se hace referencia al «reconocimiento por parte de la empresa de la necesidad de 143 nuevos puestos de trabajo» en las factorías situadas en Polonia y Alemania, «que es donde la compañía tiene intención de trasladar las producciones si es que al final no se evita el cierre de la planta riojana».
Entre las medidas propuestas por USO para garantizar el futuro de la planta cántabra, se incluyen las inversiones necesarias para que la de Entrambasaguas «sea una fábrica completamente autónoma, sin que tenga que depender de pequeños suministros de materias primas de Logroño, como ocurre hasta ahora, o de Polonia en un futuro probable».
También se apela a una «redistribución » del área dedicada a taller de producción y un «mejor aprovechamiento de espacios infrautilizados dentro de la planta para la adecuación de la nueva maquinaria necesaria para convertir a Cantabria en una fábrica más eficiente y completamente autosuficiente». USO reclama una «estandarización de formatos que, en la medida de lo posible, reduzcan las pequeñas producciones que tanto penalizan en términos económicos hoy en día a toda actividad industrial». En el ámbito de las ayudas se recuerdan las ofrecidas por el Ministerio de Industria y rechazadas por Altadis en La Rioja, que «deben ir acompañadas de un análisis económico» que determine si la compañía «tiene capacidad económica suficiente o realmente las necesita para el mantenimiento del empleo».