Pero nuestra región se mantiene entre las que menos empleo desestacionalizado ha creado

Santander a 4 de mayo de 2022.- La fuerte estacionalidad marca el trazo grueso de las variaciones de empleo en nuestra región. La exitosa Semana Santa cumplió las expectativas y ha rebajado los inscritos de parados en el registro del SEPE y ello sigue suponiendo un alivio para muchas familias. Hay que celebrar por tanto la reducción del paro registrado, pero no podemos hacernos trampas al solitario. Nuestra región ocupa la cuarta posición por la cabeza en reducción relativa del desempleo registrado en el mes de abril, la misma posición, pero por la cola, ocupa en la comparativa anual. Nuestro sistema productivo sigue respondiendo a un modelo inestable y de poco valor añadido.

La reforma laboral, con la eliminación del contrato de obra y servicio y su sustitución por el contrato fijo discontinuo, no hace sino enmascarar el empleo precario que va a seguir sujeto a una alta temporalidad en nuestra región, por mucho que el bálsamo de Fierabrás preparado por el Gobierno central pretenda que sea la solución mágica a los males del mercado laboral. El sector servicios está detrás de 9 de cada 10 trabajadores cántabros que han conseguido eliminar su nombre del registro del SEPE como parado en el mes de abril y eso da la medida de la estabilidad real del empleo creado.

Si contextualizamos en el entorno nacional las cifras no acompañan. Nuestra tasa de actividad sigue 4 puntos por debajo de la media estatal; durante el último año nos situamos en los vagones de cola en cuanto a contratación, reducción de paro y nuestra población activa ha crecido tras la pandemia 1,36 puntos menos que la media de las regiones españolas.

Por ello, celebremos que abril haya sido benévolo pero los problemas, pasado el paréntesis vacacional, siguen estando sin solución.

 

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