Existe una alarmante falta de proactividad del Gobierno regional
Santander a 3 de marzo de 2020. El empleo, y por tanto la economía de Cantabria, continua con su lenta pero agónica desaceleración. El cambio forzado de modelo económico con la acelerada desaparición del sector ganadero – crece el paro en un 9,4%- y el paulatino desmantelamiento industrial – aumenta el desempleo en un 3,07%- dibuja una región con una economía plana y solo apta para excursionistas.
Febrero nos deja con un repunte importante interanual de la contratación temporal y la congelación de la contratación indefinida, signos inequívocos de la confianza de los empresarios en el devenir regional.
Como preámbulo al Día Internacional de la Mujer, Cantabria acude a la cita con un aumento del desempleo femenino durante el último mes y con la mitad de empleo recuperado, con respecto al hombre, durante el último año. Por ello, las declaraciones políticas el 8M quedarán en un brindis al sol si el colectivo de mujeres no encuentran un empleo que las habilite en sus reivindicaciones de mayores cotas igualdad.
Para USO, el empleo en Cantabria se enfrenta a la trascendental reconversión energética con una alarmante falta de proactividad del Gobierno regional. El sector industrial cántabro, pilar fundamental de nuestra economía, se asemeja a un muñeco de trapo zarandeado. Las dos intervenciones del presidente regional en el Parlamento cántabro celebrado el lunes, con la crisis de la industria como asunto central, dejaron patente la falta de capacidad de reacción de un ejecutivo regional ante una situación de excepcional gravedad y especialmente de un presidente regional desbordado y noqueado.