Es una de los datos de un estudio realizado por el sindicato USO cara al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra el 25 de noviembre
Santander, a 21 de noviembre de 2019. Un tercio de los cántabros y cántabras consideran que en una pareja ambos deben conocer las claves para desbloquear el móvil del otro. Esta es uno de los resultados que arroja una encuesta llevada a cabo por la Secretaría de Comunicación y Estudios Sindicales de USO como soporte para la campaña elaborada desde la Secretaría de Igualdad de cara al cuyo lema elegido para este año es #NoControles.
El estudio se ha sido realizado en todo el territorio nacional con una muestra de 2.000 encuestados repartidos de manera equitativa por todas las regiones. Según los resultados, los cántabros, de ambos sexos, que quieren conocer la clave del móvil de su pareja suman un 2% por encima de la media nacional que se sitúa en un 28%.
Otra de las cuestiones planteadas a los encuestados es si consideran que su pareja debe conocer las contraseñas de los perfiles en redes sociales y ellos la suya. El 15% de los ciudadanos cántabros creen que sí deben compartirse y el 85% rechazan que la otra parte tenga que acceso a las claves. La encuesta sitúa a Cantabria 3 puntos por debajo de la media estatal. El 18% de los españoles creen tener el derecho a conocer las claves de acceso a las redes sociales de sus parejas.
Otra pregunta sometida a examen es la consideración de obligatoriedad de enseñar a la pareja los contenidos de los whatsapp que cada cual recibe. En esta cuestión, el 4% de los cántabros de ambos sexo consultados responden afirmativamente. En un contexto nacional la respuesta es similar a la regional. Destaca la Comunidad Canaria con un 10,3% de respuesta afirmativa sobre el derecho de control. En sentido contrario, tanto Navarra como Aragón ningún ciudadano consultado consideró ese control como aceptable.
La última pregunta realizada en la encuesta giraba en torno a si se cree que la negativa a mostrar los mensajes de móviles o redes sociales de la pareja puede ser motivo de ejercer cualquier tipo de violencia, como chantajes, insultos, etc. Los ciudadanos cántabros que han participado en este sondeo han sido tajantes y ningún ciudadano justificó el uso de cualquier tipo de violencia. Contrasta la Comunidad de Castilla La Mancha. Un 4,17% de los encuestados manchegos asintieron en la justificación del uso de violencia para esos casos. La media estatal quedó en el 1%.
La encuesta pretende detectar si existe un riesgo real de pasar de un control de las relaciones normales de la pareja con terceras personas a través del móvil a una violencia explícita contra ella, y cómo se llegaba, de llegarse, a ese extremo.
Entre las conclusiones de la encuesta, destaca cómo las mujeres son, en general, mucho menos controladoras o más conscientes de que no las deben controlar en pareja, pero aquellas que justifican el control lo llevan más al extremo: cuando hablamos de personas que comprenden la violencia, el mayor número de síes lo aportan las mujeres.
Cantabria no es una comunidad que destaque en la pretensión de control dentro de las parejas. Hay una cultura del control de la pareja muy exacerbada en Canarias, que destaca en todas las estadísticas. Hay que señalar los altos porcentajes de respuestas afirmativas al control dentro de la pareja en La Rioja, Castilla-La Mancha, Euskadi y Cataluña.