El paro registrado en el primer control del año 2019 comienza de manera preocupante. Y no tanto porque Cantabria, tras Baleares, presenta, por su modelo productivo, grandes variaciones en sus cifras de empleo a lo largo del año. Cantabria lidera el paro en enero, pero deja un mensaje aún más negativo. El empleo en el sector servicios tiene síntomas claros de haber tocado techo. El comercio y la hostelería, el granero de nuevas contrataciones en los últimos 5 años, en cómputo desestacionalizado, han dado lo que podía en estos años de recuperación económica.
La construcción y la obra pública, empujada por los vientos electorales, salvan de la quema a una región que comienza el año con más paro registrado que la media española. Históricamente se ha situado por deajo
Estas cifras de paro registrado de enero serían aún mucho peores si contabilizaran la caída de la tasa de actividad regional, es decir, las personas que desisten de seguir buscando de manera activa empleo, que se encuentra entre las más bajas de España, especialmente la referente al sector femenino.
Si creamos un algoritmo con la colmatación del empleo en servicios, el dopaje electoral de la construcción y la decreciente tasa de actividad, el resultado nos indicará que nuestra región tendrá dificultades, en el mejor de los casos, para generar empleo neto en 2019 en el sector privado. El sector público, ligado a decisiones políticas, siempre sabemos que puede sorprender.