Los datos de paro en septiembre, con 19.720 personas más en las listas del INEM, y un total de 4.447.650 desempleados en España, muestran luces y sombras que dibujan un escenario pesimista a la hora de sustentar un marco laboral que debe apostar por la calidad del empleo.
Septiembre nos deja buenos datos de creación de empleo en agricultura, industria y construcción, castigados especialmente por la crisis, pero se vuelve a mostrar que el empleo depende, en gran medida, del turismo y la estacionalidad, castigando especialmente a los 41.608 parados que provienen del sector servicios durante este mes.
Sombras encontramos también en cuanto a la desigualdad laboral, tanto por sexo como por edad, que se deduce de los datos conocidos hoy. En septiembre, se ha incrementado el número de mujeres sin empleo (23.787) hasta alcanzar el total de 2.351.882 desempleadas, y sube también el desempleo en el colectivo sin empleo anterior (11.302 personas más) así como en los jóvenes menores de 25 años, que aumenta en 23.936 personas, lo que supone un 6,20%.
Mes a mes los datos de desempleo inciden en dos importantes retos a los que se deben hacer frente a través de políticas de fomento del empleo: el desempleo femenino y el juvenil, colectivos muy afectados por la crisis y que precisan incorporarse al mercado laboral.
También, durante el mes pasado, se ha incrementado el número de contratos registrados (1.634.444) y el número de contratos indefinidos en 138.543 nuevos, pasando a representar el 8,48% del total de la contratación. USO valora positivamente estos datos aunque insistimos en que persiste la peligrosa tendencia de la temporalidad, ya que del resto de contratos registrados en septiembre, 20.301 son de carácter formativo y 1.475.870 son temporales, una cifra muy superior a la deseada. Se sigue destruyendo más empleo estable del que se crea.
Continúa aumentando el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo, con 3.340 personas más en agosto (con un total de 2.528.055), y desciende la cobertura, situándola en el 60,45%. A pesar de las previsiones del Gobierno que prevén un descenso de los beneficiarios de prestaciones por desempleo para 2015, traducida en una reducción del 15% destinada a esta partida en los Presupuestos Generales del Estado, la realidad es bien distinta: sube el número de beneficiarios y, aunque algunos dejarán de tener derecho a recibir esta prestación, pasarán a engrosar las cifras de pobreza en nuestro país.
Desde USO exigimos al Gobierno una mayor protección a los desempleados de larga duración y al colectivo de mujeres y jóvenes para hacer frente a la desigualdad social.