Santander a 4 de noviembre de 2025.- El comportamiento del mercado laboral en Cantabria durante el mes de octubre se alinea con la dinámica característica de las regiones de perfil turístico, donde la finalización de la temporada alta incide de manera negativa sobre el empleo en el sector servicios. Este patrón estacional explica el incremento del paro registrado en 532 personas respecto a septiembre, concentrado casi exclusivamente en actividades vinculadas a los servicios.
En contraste, los datos de afiliación a la Seguridad Social mantienen una evolución positiva en términos interanuales, lo que refleja una base de empleo más estable a medio plazo. Este crecimiento estructural de la afiliación sugiere una cierta capacidad de resistencia del tejido productivo regional, pese al deterioro coyuntural asociado al cierre de la campaña estival.
No obstante, el análisis detallado de la evolución de los demandantes de empleo revela matices relevantes. En el mismo periodo en que el paro registrado aumenta, se observa un importante incremento cercano al millar de demandantes ocupados, circunstancia que responde al efecto estadístico derivado de la figura de los trabajadores fijos discontinuos. Este colectivo, que pasa temporalmente a situación de inactividad sin perder la vinculación contractual, distorsiona las cifras de desempleo, enmascarando parcialmente la magnitud real del ajuste laboral.
Otro elemento a destacar es la ausencia de variación significativa en el volumen de contratación respecto al mismo mes del año anterior. Cantabria reproduce casi de forma idéntica el nivel de contratación de octubre de 2024, lo que sugiere un estancamiento en la capacidad de generación de nuevos empleos, especialmente en el sector servicios. Este comportamiento podría interpretarse como un indicio de madurez o incluso de agotamiento del ciclo expansivo en dicho sector, que continúa siendo el principal motor de la economía regional a pesar de su escasa productividad y bajos salarios. A esto hay que sumar la inquietante exposición de estos sectores a ciclos económicos negativos.
En conjunto, los indicadores laborales de octubre confirman la dualidad estructural del mercado de trabajo cántabro: por un lado, una base de empleo que viene manteniendo cierta solidez en el contexto interanual; por otro, una elevada dependencia del componente estacional y una más que limitada capacidad de diversificación sectorial.






