El paro registrado vuelve al periodo de la pasado crisis a expensas de contabilizar los ERTE sin viabilidad
Cantabria, junto con Cataluña, Canaria y Baleares, son las regiones con más pérdidas de poder adquisitivo durante la pandemia
Santander, 2 de marzo de 2021.- El paro registrado del mes de febrero nos ofrece la primera instantánea del impacto del Covid en nuestra economía en términos interanuales. Cantabria con un aumento del 14,4% de desempleados, que la sitúa en el puesto undécimo en el contexto estatal, no es en una de las regiones más afectadas en términos de empleo tras el primer año de pandemia, pero sin embargo es la cuarta región española donde más han caído el poder adquisitivo de sus ciudadanos en el último año, junto con Cataluña, Baleares y Canarias. Asimismo su nivel salarial medio (1.582 euros) ya se sitúa por debajo de la media nacional (1,641 euros). La apuesta por el sector ligado al turismo tiene estas consecuencias.
Tras sumar los parados del mes de febrero se puede afirmar que el año Covid se ha llevado por delante todo el empleo creado en la recuperación económica en nuestra región. Todo ello a expensas que se elimine el efecto ERTE y a los 5.613 nuevos desempleados ya registrados en el último año se sumen una parte importante de los casi 8.000 trabajadores que esperan conocer si quedó algo en pie de su empresa tras el tsunami Covid.
Al resumen del primer año de pandemia no hay que olvidar que casi 4.000 trabajadores autónomos han causado baja durante el último año. Una auténtica debacle.
El análisis de los sectores más afectados en esta crisis abunda aún más en la necesidad de dar más peso a la industria en la economía cántabra, que si bien es cierto que con graves dificultades, muchas de ellas ajenas a la pandemia, sigue siendo un baluarte en la cohesión social en nuestra región.
Es muy probable que en los próximos meses los efectos de la pandemia en términos sanitarios remitan de una manera importante pero los efectos en la economía en nuestra región tardarán más tiempo del previsto que otras economías dinámicas. Hay que prepararse para afrontar la reconstrucción con otro talante y disposición que el demostrado hasta ahora. Toda la sociedad tiene ante si un reto importante y nuestra Administración regional tiene que pilotar estos momentos decisivos