La planta de Solvay Torrelavega es la única planta de carbonato del grupo multinacional belga que no ha acometido la vital transición energética. Sus directas competidoras, dentro del grupo industrial, ya tienen planificada las inversiones necesarias para abandonar el carbón como fuente principal de energía.
Las últimas en hacerlo han sido las planta alemanas. La multinacional ha anunciado la construcción de dos nuevas plantas, una de energía renovable en la planta de Rheinber, y otra de cogeneración a gas en Bernburg. Con este anuncio, Solvay cierra la transición energética en todas las plantas en la división de carbonatos y derivados (Bulgaria, Italia y Alemania), quedando sólo la planta de Torrelavega sin definir. Ello acentúa la incertidumbre sobre las intenciones de futuro de la multinacional para el complejo radicado en Barreda.
La nueva planta de cogeneración anunciada para ser instalada en Bernburg, Alemania, supone una inversión de 50 millones de euros y estará operativa para finales de 2020. Por otro lado, la nueva planta de energía renovable que se instalará en la localidad germana de Rheinber reducirá un 25% la quema de carbón.
Esta situación deja en el furgón de cola a la planta de Torrelavega. Por ello, el sindicato USO exige al Grupo Solvay que acuerde con urgencia las inversiones necesarias, con recursos propios, para realizar la improrrogable transición energética y así garantizar el futuro industrial del empleo en la planta cántabra. La política de recortes de empleo y salariales que pretende aplicar Solvay-Torrelavega para ganar competitividad no garantiza en absoluto la viabilidad futura.
Dilatar más la toma de decisiones, con el conocido argumento “todavía hay tiempo”, tan utilizado por la dirección de la empresa, puede traer graves consecuencias como ya ocurrió con la planta de cloro. Cada día que pasa sin inversiones es un día perdido para garantizar el futuro industrial y del empleo.
El sindicato USO demanda y reclama al consejero de Industria, Sr Martín, que deje de mirar al tendido, baje a la arena y se implique en gestionar una decisión inversora de Solvay con recursos propios, acompañando con las ayudas legales de las diversas administraciones públicas. Estamos en un momento decisivo que va a marcar el futuro de la planta, su producción y el empleo tan necesario para la comarca Saja-Besaya.
Sección Sindical USO-Solvay