La inversión, considerada como vital, debía haber sido anunciada hace meses. La planta de Torrelavega es la única del Grupo en Europa que no ha anunciado el cambio.
El sindicato USO reclama de la dirección de Solvay información sobre el estado actual de las inversiones pendientes de aprobar por el comité de dirección y resuelva las serias incertidumbres. El propio director de la planta calificó el pasado 25 mayo, ante toda la plantilla, la transcendencia de la transición energética que llegó a calificar “de supervivencia de la planta de Torrelavega”. La inversión, asciende a 100-150 millones de Euros, y Solvay esperaba obtener ayudas y/o subvenciones de las administraciones públicas en el entorno del 25% de la inversión
Han pasado los meses y Solvay sigue con su política de opacidad sobre:
- El proyecto de nueva planta y modelo energético elegido
- Estado de situación sobre las respuestas de las administraciones públicas y su compromiso de ayudas y/o subvenciones
- Fecha estimada de la decisión del Comité de Dirección del Grupo Solvay sobre:
- Cuantía de la inversión
- Modelo de combustible y planta energética elegida
- ¿Quién operará la nueva planta? Solvay, o Empresa energética colaboradora
- Plazo estimado para estar operativa la nueva inversión y así poder cumplir con los nuevos estándares de emisiones a la atmósfera
El consejero de Industria, Francisco Martín, anunció en el mes de mayo, en sede parlamentaria, “que en próximas fechas Solvay anunciaría millonarias inversiones que cambiarían el paradigma energético de Solvay-Torrelavega”. A día de hoy, y transcurridos 5 meses, lo único cierto es el anuncio de inversiones para la transición energética en todas las planta del Grupo en Europa excepto en la planta de Torrelavega.
El sindicato USO insiste en demandar de Solvay y del Gobierno de Cantabria mayor transparencia con datos ciertos y hechos concretos sobre el futuro industrial de la planta de Torrelavega, informando con claridad a la representación sindical, a la plantilla y a la ciudadanía de Cantabria para despejar la creciente incertidumbre sobre el futuro de la planta de carbonato de Torrelavega y sobre el empleo estimado.
El Gobierno de Cantabria y Solvay no pueden seguir ignorando la imperiosa necesidad de reducir las emisiones a la atmosfera de más de 1,1 millones de toneladas/año de CO2 por razones medioambiental y de salud la población así como por rentabilidad económica con el aumento del precio del carbón y del coste de tonelada de CO2 que en el último año se ha triplicado, incrementando el coste de producción de la planta de Torrelavega en el entorno de 20 millones de euros/año. Sección Sindical USO Solvay