El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. He tomado prestada esta aguda frase, con permiso del insigne inglés del bombín y eterno cigarro,  para intentar introducir un nuevo enfoque al manoseado asunto del AVE. La realidad española, tanto en su vertiente política como económica, ha cambiado sustancialmente...