Hoy, 22 de febrero, día por la Igualdad Salarial, recordamos que en España las mujeres siguen sobreviviendo con menos ingresos que los hombres. La brecha salarial entre mujeres y hombres se situó en 2014 en el 14%.

Si se ajusta más la brecha en función de otras variables seguimos teniendo diferencias salariales que dejan de tener explicación, como puede ser el tipo de contrato, jornada, formación, experiencia. Esa es la parte de la brecha que sigue sin explicación.

En 2012 la ganancia media anual fue de 25.682,05€ para los hombres y de 19.537,33€ para las mujeres, lo que suponía que las mujeres ganaban 6.144,72€ menos. Los datos de la última encuesta de Estructura Salarial publicada por el INE, en 2014 el salario medio anual de los hombres fue de 25.727,24 euros, y el de las mujeres 19.744,82, lo que ha acortado la diferencia a 5.982,42€. A pesar de esa pequeña reducción de 162,3 euros, las mujeres siguen percibiendo sueldos que son un 23,3% inferiores al de los hombres.

La ganancia media anual femenina en 2014 fue del 76,7% respecto de la ganancia media masculina, esta diferencia se matiza si se consideran situaciones similares respecto a variables como tipo de contrato, jornada, ocupación, antigüedad, etc. No obstante, la desigualdad de la distribución salarial entre sexos es apreciable, teniendo en cuenta que en 2008 la ganancia media femenina representaba el 78,1% respecto a la masculina. Por tanto, no estamos en condiciones de felicitarnos en la evolución.

Las mujeres siguen teniendo unas retribuciones inferiores a los hombres en todas las ocupaciones. La mayor diferencia se dio en el grupo Directores y Gerentes, y la menor en las Ocupaciones elementales, y siguen ocupando un porcentaje mayor de empleos a tiempo parcial.

En un momento en que aún está en el aire el acuerdo sobre subida salarial para este 2017, en que la economía española crece a un ritmo del 3% y ha llegado el momento de reflejar esa cierta recuperación económica en los sueldos de los trabajadores, también es hora de asumir la desigualdad salarial como un grave problema y apostar por leyes que blinden la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, así como que se pongan en marcha medidas efectivas de conciliación y corresponsabilidad en igualdad de condiciones para que las mujeres dejen de ser penalizadas en el ámbito laboral.

“Si tengo que contratar a alguien, prefiero a una persona que no vaya a estar 16 semanas de baja por que quiera ser madre”; “es imposible que se pague menos a una mujer que a un hombre, eso en mi empresa no pasa”, son algunos argumentos que oímos día a día. ¿Qué se puede hacer? Apostar por políticas de empleo que tengan en cuenta la perspectiva de género para que el principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres sea además de un derecho, un hecho. Volver a dar importancia a las políticas de igualdad en España, las cuales dejaron de ser prioridad hace muchos años. Abolir la reforma laboral que, no ha generado empleo de calidad, sino que ha conseguido la precarización total. Apoyar y promover medidas de corresponsabilidad porque hoy en día, las medidas de conciliación de las empresas, excedencias y reducciones de jornada tienen rostro de mujer en más de un 90%. Apoyemos los permisos de maternidad y paternidad igualitarios e intransferibles. Acabar con la segregación horizontal y vertical del trabajo y apostar por la transparencia salarial.

La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres está muy presente en nuestros objetivos dentro la lucha sindical, defendiéndola en las negociaciones de convenios, en la firma de acuerdos empresariales y en la negociación y seguimiento de los planes de igualdad. Seguimos apostando por una sociedad en la que la igualdad entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos, sea una realidad.

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